sábado, 26 de agosto de 2017

Crítica. Verónica (2017)

Verónica
Estreno: 2017
País: España
Director: Paco Plaza

Género: Terror
Duración: 105 minutos

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Sinopsis: 
Basada en hechos reales, Verónica cuenta la historia de tres adolescentes que juegan a la ouija en su colegio situado en Madrid, y sin quererlo invocan algo siniestro. Pronto la protagonista descubrirá que lo que llamaron del más allá está con ella, y tendrá que hacerle frente totalmente sola mientras protege a sus hermanos.

 
El subgénero de las posesiones nunca pasa de moda, contado desde diferentes perspectivas, eso sí. Siguiendo la sinopsis, dicha sesión de ouija transcurre en un sótano de un colegio católico, un día de eclipse, lo que, según antiguas culturas, servía para invocar al mal, pues reinaba la oscuridad, o algo así.

La película transcurre bien, demasiado bien, sin ironías, puede que el género que mejor se le de al cine español sea el de terror. Paco Plaza (REC) nos vuelve a sorprender con un film que puede sin problema de las mejores del subgénero en nuestro país. Todo marcha sobre ruedas: sobresaltos, mucho suspense, y angustia por el bienestar de los críos.

Aunque luego hay cabos sueltos, como por qué no funcionaba el despedirse del espíritu demoníaco, cómo la estaba poseyendo a ella, o si influía el eclipse o el fantasmilla podía haber sido convocado un día cualquiera.


El final no da tanto susto como se esperaba de una buena historia, y el ente maligno, quien por cierto no se dice muy bien qué era, no me convencía mucho, ni tampoco cómo andaba reflejado en las paredes, con una silueta que recordaba al alienígena de "Señales" (2002).

El resto bien, Verónica encarnaba bien la silueta de una quinceañera alta y canija, con aparatos, pero muy espesa en algunas secuencias, y le faltaba convicción en algunos diálogos. Buenos planos, fotografía y con la genial banda sonora de Héroes del Silencio.

También me gustó mucho el decorado, ambientado en el año 1991, desde el mobiliario hasta el teléfono, las calles, los colegios, el uniforme, etc., era todo muy curioso y llamativo.

Otro pero, aparte del final, la anciana invidente profesora del colegio de monjas le esperaba un poco más de protagonismo al final, pasaba sin pena ni gloria, con su acento andaluz, no parecía importarle demasiado el futuro de la protagonista.

Lo mejor: La excelente ambientación.

Lo peor: Los cabos sueltos y el final.

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