sábado, 24 de febrero de 2018

Crítica. Black Panther (2018)





Black Panther es una película bastante entretenida y recomendable dentro del Universo cinematográfico de Marvel; no obstante, sí que es algo diferente en varios aspectos, ya que tiene una trama con menos guiños e implicación de otros superhéroes, y un humor menos logrado; a pesar de eso, la película en sí no demandaba tanto humor como otras, por lo que el resultado es aceptable.

Sí que nos atrapa con una armonía perfecta entre naves espaciales y el corazón de África, donde nos enseña escenas maravillosas del continente y una cultura, la Wakandiana, que está lleno de sorpresas. Incluye hasta debates éticos y sociales sobre si prestar sus recursos al resto del mundo y da que pensar.

La parte mala, un guión con lagunas, donde el antagonista es demasiado perfecto para la película, con respuestas sin resolver sobre su pasado, cómo llegó hasta ahí, y sin haber sido justificado sus motivaciones para la causa (Killmonger, si lo conoces de los cómics vale, pero si no es más complicado pillarlo el la gran pantalla), todo lo contrario que el otro villano armado con un brazo de vibranium. Y es que al principio te hace plantear de qué lado ponerte, por ideologías, etc., pero luego compruebas que el malo es un tipo cruel, y poco más; podrían haberle sacado más partido a eso.

Eso sí, geniales personajes, tensión y emoción, pero de nuevo en la batalla final, algún fallo, de nuevo, de guión. En definitiva, a pesar de algunas cositas reguleras en el film, recomendable para los fans de estos cómics.

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